Este mes de marzo, en el que celebramos el Mes de Sensibilización sobre el Cáncer Colorrectal, quiero insistir en la importancia decisiva de la detección precoz y de las medidas sanitarias proactivas para combatir esta enfermedad prevalente.
El cáncer colorrectal es la segunda causa de muerte por cáncer en EE.UU. Aunque la mayoría de los casos se dan en adultos mayores de 65 años, las tasas están aumentando entre los menores de 50, por lo que la detección precoz es crucial para todos los grupos de edad. Cuando se detecta precozmente, las tasas de supervivencia son altas: hasta el 91% en la fase localizada. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda someterse a pruebas periódicas a partir de los 45 años, utilizando métodos como la colonoscopia, los análisis de heces o la sigmoidoscopia.
Animamos a todas las personas que reúnan los requisitos necesarios a que consulten con sus proveedores de asistencia sanitaria la posibilidad de programar un cribado de cáncer colorrectal. Una actuación precoz puede salvar vidas y, juntos, podemos tener un impacto significativo en la reducción de la carga de esta enfermedad en nuestra comunidad.
En el Centro de Salud Familiar de Chicago trabajamos activamente para aumentar las tasas de detección entre nuestra población de pacientes y en todas nuestras áreas de servicio. Además de derivaciones para colonoscopias, ofrecemos opciones de cribado no invasivas, como Cologuard y FIT (Prueba Inmunoquímica Fecal), que facilitan a los pacientes someterse a cribado y hacerse cargo de su salud.
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