Resistencia a los antimicrobianos: Cómo protegerte a ti mismo y a los demás

En el Centro de Salud Familiar de Chicago (CFHC), nos comprometemos a ayudarte a mantenerte informado y sano. Una de las crecientes preocupaciones sanitarias actuales es la resistencia a los antimicrobianos (RAM), cuando gérmenes como las bacterias y los hongos dejan de responder a los medicamentos diseñados para eliminarlos. Esto puede dar lugar a infecciones más difíciles de tratar y más peligrosas.

No todas las infecciones necesitan antibióticos

Los antibióticos son medicamentos potentes que pueden salvar vidas, pero no siempre son la solución. Sólo funcionan para determinadas infecciones bacterianas y no hacen nada contra virus como la gripe, los resfriados o el COVID-19. Aunque tengas goteo nasal, presión en los senos paranasales o mucosidad verde espesa, los antibióticos no te ayudarán a menos que tu médico confirme que se trata de una infección bacteriana.

Tomar antibióticos cuando no los necesitas puede, en realidad, hacer más mal que bien, provocando efectos secundarios como náuseas, erupciones cutáneas, diarrea e incluso reacciones alérgicas. De hecho, 1 de cada 5 visitas a urgencias relacionadas con la medicación se deben a los antibióticos.

¿Qué es la resistencia a los antibióticos?

Cada vez que tomas antibióticos, matan algunas bacterias, pero las más fuertes pueden sobrevivir y adaptarse. Con el tiempo, esto da lugar a bacterias resistentes a los antibióticos, que no responden al tratamiento estándar. Esto significa que las infecciones comunes pueden convertirse en mortales.

Cada año se producen en EE.UU. más de 2,8 millones de infecciones resistentes a los antibióticos, y más de 35.000 personas mueren por ello. Los niños corren un riesgo especial: los antibióticos son la causa más frecuente de visitas a urgencias por efectos secundarios de la medicación en menores de 18 años.

Superbacterias y MDRO: Lo que debes saber

Los organismos multirresistentes (OMR) son bacterias -y a veces virus u hongos- que ya no responden a múltiples antibióticos. Entre estas «superbacterias» se incluyen:

  • SARM (Staphylococcus aureus resistente a la meticilina)

  • ERV (Enterococo resistente a la vancomicina)

  • BLEE (bacterias productoras de betalactamasas de espectro extendido)

  • ERC (Enterobacterias resistentes a los carbapenemes)

Estas infecciones suelen requerir hospitalización y medicación intravenosa. Si tienes fiebre alta, diarrea grave, dolor abdominal o infecciones cutáneas, es importante que acudas inmediatamente a urgencias.

Cómo puedes ayudar

La buena noticia es que puedes tomar medidas sencillas para ayudar a combatir la resistencia a los antibióticos:

  • Toma antibióticos sólo cuando te los receten. No los exijas si tu proveedor dice que no son necesarios.

  • Sigue las instrucciones al pie de la letra. Termina el recorrido completo, aunque te sientas mejor.

  • Nunca compartas antibióticos ni utilices las sobras.

  • Concéntrate en sentirte mejor de forma natural cuando los antibióticos no sean necesarios: el descanso, los líquidos y el alivio sin receta pueden ayudar mucho.

Ella-AMR

Historias reales, consecuencias reales

En todo el mundo, las familias se han enfrentado a la aterradora realidad de las infecciones resistentes a los antibióticos. Lo que antes eran enfermedades fácilmente tratables ahora se están convirtiendo en difíciles, caras e incluso mortales.

Cambiemos juntos esa historia, siendo inteligentes con los antibióticos y difundiendo la concienciación.